En los últimos años hemos vivido la situación política y social con una intensidad que nosotros, hijos de la transición, no habíamos vivido nunca. Esta tensión ha ido tiñendo buena parte del teatro que se hace actualmente y se ha ido filtrando de manera inevitable en la creación y en el tejido cultural del país. Como compañía hemos intentado que los espectáculos que proponemos en este ciclo interroguen la realidad de manera que den voz a estas inquietudes. Ponemos el foco en dos elementos que consideramos fundamentales: el compromiso y la identidad.

En este sentido estamos muy contentos de poder contar con Tierras del Sud de Laida Azkona y Txalo Toloza, una pieza de teatro documental sobre el neocolonialismo y la barbárie ejercida contra el pueblo Mapuche; In Wonderland, un trabajo de creación muy personal de Alícia Gorina sobre la maternidad, la feminidad, la infancia y el psicoanálisis, en diálogo con su propia trayectoria vital y artística; y el estreno mundial de It don’t worry me, que nace de la colaboración entre la compañía catalana Atresbandes y el tándem formado por los creadores Bertrand Lesca y Nasi Voutsas. La pieza explora la censura y la violencia que se esconde detrás de lo políticamente correcto. Son tres propuestas de compañías y creadores independientes, con un discurso sólido y una trayectoria admirable. Con el riesgo y el rigor como elementos destacados, sin renunciar a su identidad y que, demasiado a menudo, trabajan “en los márgenes”.

Así mismo queremos presentar dos trabajos de nuestra compañía, que son una muestra de las dos ramas que hemos desarrollado en los últimos años. Por un lado el teatro de texto contemporáneo y por el otro la creación colectiva. Como siempre, en colaboración con otros artistas, para ampliar la mirada y enriquecer así nuestro trabajo. En primer lugar recuperamos Cúbit, un texto de Josep Maria Miró sobre la construcción de la memoria. También estrenaremos Reiseführer, un espectáculo de creación con Ferran Dordal, sobre conceptos como la virtualización y la escenificación de la experiencia humana, la sociedad líquida o el turismo como fenómeno global.

Todos estos espectáculos de naturaleza y poéticas diversas confluyen en la necesidad de que el teatro, hoy más que nunca, se convierta en un espacio de reflexión y de diálogo.